El mundo cambió, y la forma en que las personas miran hacia el futuro también.
La novena edición de Ipsos Global Trends revela un dato que resuena en empresas, gobiernos y marcas: el optimismo global cayó 7 puntos porcentuales. Solo el 59 % de las personas se siente optimista sobre su vida y su familia, y apenas el 45 % confía en el futuro de su ciudad o comunidad.
Detrás de estos números hay una historia más profunda: una década marcada por tensiones, reconfiguraciones y nuevas oportunidades para quienes sepan interpretarlas.
Un año de fracturas y redefiniciones
El 2024 fue un año bisagra. Más de la mitad de la población mundial fue a las urnas, y en ocho de cada diez elecciones el partido en el poder perdió apoyo.
La consecuencia fue inmediata: aumentó la fragmentación social, se profundizaron los conflictos nacionales e internacionales y el sentimiento antiinmigrante creció. En este contexto, las sociedades se están reconfigurando, no solo políticamente, sino también cultural y económicamente.
Jennifer Bender, directora global de tendencias y prospectiva de Ipsos, lo resume con precisión:
“La década de 2020 se perfila como marcada por tensiones persistentes. Vemos un aumento de los conflictos geopolíticos, la rápida generalización de la IA y una amplia reconfiguración social”.
Tecnología, identidad y valores: los ejes del cambio
El estudio, que abarca 43 mercados y más de 5 millones de puntos de datos, muestra cómo los cambios tecnológicos y culturales están moldeando la forma en que las personas piensan, consumen y se relacionan.
- Tecnología: el 56% teme que la tecnología destruya nuestras vidas, pero al mismo tiempo crece la percepción de que la IA tiene un impacto positivo.
- Género: el 61% cree que solo existen dos géneros, un salto significativo frente al 53 % anterior.
- Migración: dos de cada tres personas piensan que “hay demasiados inmigrantes en mi país”, un aumento de 4 puntos en un solo año.
- Consumo con propósito: más del 50% de los consumidores ahora están dispuestos a pagar más por marcas con las que se identifican.
Lo que esto significa para las marcas
En un mundo donde el optimismo cae y la polarización aumenta, la confianza se vuelve el recurso más escaso.
Y ahí es donde agencias como MEIRA encuentran su espacio: interpretar los cambios sociales y culturales para ayudar a las marcas a conectar con personas reales.
Porque cuando los consumidores compran según sus valores, y las emociones pesan más que nunca en las decisiones, comprender el pulso global deja de ser una curiosidad y se convierte en una ventaja competitiva.
El optimismo se transforma, no desaparece
Aunque los datos parezcan sombríos, el informe también deja una puerta abierta: las oportunidades surgen en los períodos de ajuste.
Las sociedades están evolucionando, las expectativas se redefinen y las marcas tienen la posibilidad de reconstruir el optimismo desde la acción, con propósito, empatía y visión de futuro.
En MEIRA, creemos que entender las tendencias globales no se trata solo de observar números, sino de traducirlos en decisiones inteligentes.
Mientras el mundo se reconfigura, las marcas que escuchen y actúen con coherencia serán las que inspiren un nuevo tipo de optimismo: el optimismo posible.
El futuro del marketing no está en acumular métricas, sino en recuperar el sentido humano detrás de ellas: ¿Querés que tu equipo use los datos de forma más clara y efectiva? Agendá una reunión con nosotros: https://calendly.com/meiraproductivity.